María Rosa Serdio
A María Elena Walsh, poeta
Yo no sé dónde se compran
los billetes de viajar muy lento
pero sé que, ahora mismo,
en lugar secreto de mi habitación,
sobrevuelan, extensas, ligeras,
las tantas tardes que pasé soñando,
al venir de la escuela,
jugando y cantando a todo pulmón.
Soñaba el regreso para escuchar
Su voz de membrillo y jacarandá,
Sus ocurrencias locas
que me hicieron volar por la orilla
del para mí, entonces, tan lejano mar.
Fueron tantas tardes
tan de risa y gozo que
aún ahora,
mayor como soy,
si palpo el bolsillo derecho,
guardo aún un trozo de chocolate,
en el de mi baby de cuadritos
y una lágrima verdadera
cae ahora sobre mi teclado
triste del día de hoy.
De verdad, Mª Elena,
¡Una no se va así
Sin haber acabado
juntas la merienda!