Aurelio González Ovies
La silla de mi abuela
ya ni se peina,
porque dice mi madre
que tiene pena.
Que mi abuela marchó
a encender estrellas.
Y la silla ni quiere
que suba Gata
le grita: ¡oye minina, bájate ya
que está ocupada!
Cuando vuelva la abuela
¡menudo embrollo!
porque es que ni nos deja
quitarle el polvo.